miércoles, 27 de agosto de 2014

FIBROMIALGIA: CAUSAS, SÍNTOMAS Y RECAÍDAS


La fibromialgia es una enfermedad con una claro predominio en el sexo femenino (3.4%) frente al masculino (0.5%). Cada vez hay más grupos de investigación trabajando sobre estos pacientes para dar solución a sus síntomas: dolor no justificado, cansancio o cambios anímicos. Pero conozcamos sus causas, sintomas y recaídas.

CONOCIENDO LA FIBROMIALGIA

 ¿Qué es la Fibromialgia?¿Qué significa Fibromialgia? ¿La Fibromialgia es una enfermedad moderna? ¿Es una enfermedad reumática?¿Es la Fibromialgia una enfermedad que afecta a mucha gente? ¿A qué edad aparece? ¿Cómo se hace el diagnóstico? ¿Qué son los puntos fibromiálgicos? ¿Las pruebas diagnósticas pueden ayudar en el diagnóstico? ¿Afecta por igual a hombres y mujeres? 

lunes, 25 de agosto de 2014

20 CLAVES PARA VIVIR SIN ANSIEDAD


COMBATIR LA ANSIEDAD


Conducir, hablar en público, relacionarse con un grupo de personas conocidas, apuntarse a un curso de formación interesantísimo, ir al médico, salir de compras, educar a los hijos, presentarse a un examen, ligar, estar a gusto en una sobremesa con amigos, ver una película en el cine, montar en metro o tranvía, salir a correr o hacer un viaje de ocio. Se trata de situaciones cotidianas, en las que podría disfrutar y aprender, pero que se convierten en un auténtico reto, incluso martirio, para las personas que sufren ansiedad.
Algunos de los síntomas que acompañan a la persona son sensación de ahogo, asfixia, palpitaciones, sudoración, tensión muscular, sequedad de boca, bloqueos mentales, sensación de irrealidad, estado de confusión, olvida palabras o incluso pierde el hilo de la conversación, le cuesta conciliar el sueño, le invade la apatía y tiene hasta ganas de llorar. Su cabeza es como una lavadora centrifugando. Una idea tras otra, los pensamientos se repiten, se agolpan, le cuestionan, le previenen, le amenazan, le hacen sentir que es una piltrafa y que no es capaz de coger el control de su vida. ¡Basta!
Respire, tómese un momento de calma, y lea a continuación cómo ganarle el partido a la ansiedad. Aplicando los siguientes consejos, aprenderá a ponerla en el sitio que le corresponde. Usted puede elegir los pensamientos y las emociones que le convertirán en alguien con recursos. No sea una marioneta de sus emociones. Tiene capacidad para elegir y participar activamente en su vida.
1-Cambie el foco de atención. Sus síntomas no son los protagonistas, el protagonista es usted. Llega un momento en el que parece el famoso miedo al miedo: solo está pendiente de cómo se comporta su cuerpo, de ver la intensidad con la que se manifiestan sus síntomas de ansiedad y cómo condicionan su vida. Se autochequea, escanea, comprueba sus constantes vitales para decidir si es apto o no para enfrentarse a según qué situaciones. Todo su mundo gira en torno a lo que le ocurre por dentro. Cuanto más centre la atención en lo que no desea que ocurra, más aumenta la probabilidad de que pase. ¿Por qué? Porque le está dando instrucciones al cerebro para que esté pendiente de cualquier señal de alerta. Ha convertido en amenaza señales que no lo son. Su mente ahora está entrenada para buscar palpitaciones, sudoración, ojeras y agobios. Y cuando los detecta, le advierte diciéndole ¡peligro! La señal va rápida al sistema nervioso simpático, y éste se acelera pensando que tiene que protegerle de la fiera. Se prepara para que salga corriendo o luche. Y como nadie lucha con ferocidad estando en estado de calma, le activa en todos los sentidos. El corazón late con vigor, sus músculos se tensan, empieza a sudar y respirar de forma agitada. ¡Ya está!, listo para el combate. Su respuesta es la lógica. Lo que no es lógico es que su mundo sea tan amenazante. Necesita dejar de escanearse.Cambiar el discurso
Consejo: aprenda técnicas de relajación y meditación. ¿Ha probado el mindfulness? Su atención debe estar puesta en lo que ocurre a su alrededor, pero no en lo que resta, sino en lo que le alimenta. Si está pasando una buena tarde en compañía de amigos, observe sus caras, métase de lleno en la conversación, saboree el café y las pastas, fíjese en la temperatura y el paisaje. La vida está ocurriendo a su alrededor. La vida no está en sus respuestas orgánicas. La atención no puede estar en dos temas a la vez. O se fija en lo mal que está, o se centra en disfrutar y vivir su momento. Y si un síntoma da señales, tranquilo, déjelo estar. Pero no hable con él ni le exprese su temor. Es maravilloso tener síntomas, significa que ¡está vivo!
2-Háblese en otro idioma. El tipo de vocabulario que más utiliza una persona ansiosa para expresarse es algo así como “tengo miedo, estoy agobiado, no puedo, y si…, no estoy preparado, en otro momento, tengo temblor, no podré, lo estoy pasando fatal” y un sinfín de expresiones tendentes al catastrofismo y con las que se siente inseguro e incapaz.
La manera que tiene de pensar y expresarse condiciona sus emociones y su comportamiento. Si expresa que hay amenazas, su sistema nervioso se activa y desencadena la respuesta de ansiedad. Así de fácil. Es la tercera ley de Newton: acción-reacción. Necesita hablarse a sí mismo en otros términos. Lleva tanto tiempo anticipando el fracaso y el peligro, que carece de expresiones y vocabulario adecuado para afrontar las situaciones.
Consejo: ¿quién elige los pensamientos que invaden su mente? Nadie más que usted. Ahora está acostumbrado a relacionarse con un estilo cognitivo tremendista. Pero puede sustituirlo por otro que le permita contemplar el mundo sin ese carácter amenazante. Para modificarlo, tendrá que escribir… Ante la situación temida, anote cómo le gustaría enfrentarse a ella y los pensamientos que le podrían ayudar. No evite pensar en ella, solo acéptela. No es peligrosa, solo algo incómoda.
3-Desenamórese. No de su pareja, sino de la posesiva ansiedad. Si se da cuenta, se comporta con ella como si hubiera un idilio en plena efervescencia. La observa, la mira, la atiende, incluso habla con ella y de ella a todo el mundo. Su círculo se limita a su ansiedad. Ella decide por usted si puede hacer algo o no. Le ha dado demasiado poder. Mantenga un diálogo para poner distancia, incluso rétela.
Consejo: cada vez que se observe atemorizado por los síntomas, en lugar de verbalizar “no lo soporto, estoy fatal, así no puedo seguir, no saldré nunca de esto”, diga algo como “qué pesadita eres, todo el día con un síntoma por aquí, otro síntoma por allá. Si no te importa voy a leer, trabajar, correr, etcétera, y luego, si me apetece, igual te escucho otra vez. Ahora no es el momento”.
4-Deje de evitar. Cada vez que sortea lo que teme, se siente relajado, protegido y se conforma en su zona de comodidad. Pero no es el lugar en el que desea estar. Ahí no ocurre nada interesante, salvo tener todo bajo control.
Consejo: propóngase convertirse en un explorador, un aventurero. La vida es para descubrirla, incluso atravesando emociones desa­gradables. Cualquiera que se plantee un reto sabe que habrá momentos de alegría y orgullo y otros de desvanecimiento, pérdida de ilusión, esfuerzo y horas que robarle al sueño. No necesita encontrarse divinamente para dar un paso al frente. Es más, no va a ocurrir así. Tendrá que salir de su zona con dolor de cabeza, con mareos y palpitaciones. ¿Y sabe lo que va a descubrir? Que es capaz de hacerlo, que no es tan dramático como anticipaba y que las emociones desagradables no son incompatibles con la vida cotidiana. Cuanto antes se familiarice con ellas, mejor. A Nadal le gusta jugar al tenis, pero no le debe hacer mucha gracia competir con ampollas en las manos, pero lo hace. Es el paso para aspirar a ganar.
5-Actúe. Nadie lo va a hacer por usted. Deje de rumiar. La solución no está en las vueltas que da a su malestar. La solución está en ponerse las pilas y hacer lo que es incompatible con la respuesta de ansiedad: relajarse, pensar de forma útil, reír mucho y desdramatizar más, descansar, llevar una vida equilibrada, tener amigos y buenos ratos que echarse en la mochila.
Consejo: no lo razone todo. Deje de darle cien vueltas a lo que pueda suceder. La vida tiene su puntito de inconsciencia. Si quiere superarse, tiene que correr un riesgo, aunque sea pequeño, pero la vida los tiene. Nada ocurre si usted no participa. Y equivóquese. Fallar forma parte del aprendizaje. El único que puede reprocharse y censurarse es usted mismo, y debe repetirse y tener muy presente que no está obligado a hacerlo.
El que no corre ningún peligro es el que dejó de vivir por tenerlo todo bajo control. No se marchite. Apoltronarse y protegerse no es la solución a su ansiedad. Si pone estos consejos en práctica, le puedo anticipar el resultado del partido: Ansiedad, 0-Usted, 5.
"Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron” Michel de Montaigne
Cuando cambias el modo en que ves las cosas, las cosas que ves cambian también”Wayne Dyer

http://elpais.com/elpais/2014/06/27/eps/1403882804_124190.html

LIBROS
‘La trampa de la felicidad’ Russ Harris. Ed.Planeta
PELÍCULAS
‘Descubriendo a Forrester’Gus Van Sant
Uno de los protagonistas tiene agorafobia.La historia va sobre la relación entre un afamado escritor y su discípulo.
PRÁCTICO
Un audio con técnicas de relajación: http://www.patriciaramirezloeffler.com/2012/08/la-relajacion-muscular-basada-en-jacobson-y-oncoming-way/ Si estás interesado te las puedes descargar.

jueves, 21 de agosto de 2014

CONSEJOS PARA EL AUTOCUIDADO DE PERSONAS CON FIBROMIALGIA


Para ayudarle a sentirse mejor:

1. Manténgase activo

– Organice su tiempo de trabajo e incluya pequeños descansos (no más de 15 minutos) después de un tiempo de actividad no muy pro­longado (por ejemplo, alrededor de una hora para trabajos sedenta­rios o repetitivos).

– Seleccione alguna actividad que le resulte agradable, adáptela si es necesario a su situación actual de forma que pueda hacerla indepen­dientemente de su dolor. Si es necesario, busque compañía para ha­cerla.

– Tenga en cuenta que el reposo absoluto, frecuente o mantenido en el tiempo, sólo es eficaz en el dolor agudo. En el dolor crónico em­peora el estado de salud.

– No se quede en casa todo el día; busque el momento más adecuado para usted y salga aunque sean 10 minutos.

– Recuerde que uno de los tratamientos beneficioso es el ejercicio continuado.



2. Ordene sus tareas

– Ordene sus tareas del día teniendo en cuenta la dificultad que supo­nen para usted (puntúelas de 0: ninguna dificultad a 10: dificultad absoluta). Empiece siempre por las más fáciles y felicítese cuando las haga.


3. Piense de forma realista

– Recuerde que todos, en algún momento de nuestra vida, estamos li­mitados por diferentes razones para hacer alguna cosa o actividad concreta. Por tanto, evite pensamientos negativos totalizadores o absolutos como, por ejemplo, “soy un inútil” o no los crea sólo por­ que le vienen a su mente. No son ciertos y no le ayudan; sólo le ha­ cen sentirse mal y bloquean su actividad.

– Procure no hacer juicios generales de valor, más bien intente hablar consigo mismo y con los demás describiendo lo que le pasa en el momento concreto (ejemplo: “ahora mismo me está costando hacer la cama”).


4. Procure no fijar su atención en el dolor

– El dolor no es su dueño ni controla su vida. Usted y su entorno de­ ben aceptar que el dolor existe, sin necesidad de hacerlo constante­ mente presente. Hablar del dolor o quejarse “constantemente” no ayuda a aceptarlo, por el contrario puede hacer más difícil mantener su control sobre él y empeorar su calidad de vida.

5. Busque alternativas a las situaciones que agravan el dolor

– Identifique aquellas situaciones o actividades cotidianas que agra­van el dolor y prepárese alternativas de actuación del tipo: si/cuando haga o me pase esto (situación que le agrava el dolor) entonces haré esto otro (conducta alternativa seleccionada). Puede escribirlas y tenerlas en un lugar accesible. Muchas veces pequeñas cosas tie­nen grandes efectos.


6. No se sienta culpable

– No se sienta culpable si algún día no cumple con sus objetivos, a lo mejor eran excesivos. Lo importante es que no abandone, revíselos,si es necesario con la ayuda de su médico y vuelva a intentarlo.

– Recuerde que muchas veces no podemos evitar o controlar el dolor,pero sí que podemos controlar sus efectos en nuestra vida.


7. Comunique sus logros

– Comunique sus logros por pequeños que sean a las personas impor­tantes para usted. Es importante sentirse apoyado en los esfuerzos y permitir que esas personas participen de ellos.

– Comunique también sus logros a su médico para que le ayude a se­guir avanzando en la mejora de su calidad de vida.
Recomendaciones a los profesionales para promover el ejercicio físico en personas con FM

Información previa que se debe proporcionar a la persona con FM

– El ejercicio físico puede aliviar el dolor y mejorar la sensación glo­bal de bienestar y la función física.

– La mejoría suele cesar si cesa el ejercicio o bien mantenerse hasta 24 meses después de haber cesado. En todo caso es importante la continuidad del ejercicio.

– Utilizado adecuadamente, en cualquier caso, no empeora los sínto­mas ni el pronóstico.
Consideraciones generales:

– Las características del ejercicio a recomendar son iguales a las que daríamos a una persona sana con una forma física similar, empezan­do con una intensidad y frecuencia inferiores.

– Debe acordarse con el paciente en función de su experiencia y esta­do de forma previos y de sus posibilidades reales.

– Recomendar ejercicios sencillos, a ser posible en grupo y supervisados.

– Es conveniente no generar excesivas expectativas.

– Iniciar el ejercicio con parámetros bajos o muy bajos de frecuencia e intensidad y progresar gradualmente según la tolerancia.

– Aumentar la frecuencia de las sesiones disminuyendo su duración mejora la tolerancia sin disminuir la eficacia.

– Demasiado ejercicio produce aumento de los síntomas y demasiado poco es inadecuado para obtener resultados.

– El programa inicial de entrenamiento debe durar entre 4 y 12 semanas.


Propuesta práctica 


Tipo

– Empezar con aeróbicos de impacto bajo: caminar, andar, nadar, bici­cleta estática.

– Se puede llegar a los de impacto medio o alto si el paciente progresa con los anteriores y aumenta su tolerancia (remar, correr, bailar, ju­gar tenis, paddle, o squash).

Duración y frecuencia

– De 20 a 60 minutos por sesión al menos 3 veces por semana.

– En los casos de sospecha de peor tolerancia, 10 minutos por sesión,de 4 a 6 días por semana.

Intensidad

– La intensidad es el esfuerzo requerido para hacer el ejercicio. Exis­ten diferentes propuestas para estimar la intensidad, basadas en el cálculo de la frecuencia cardiaca máxima a alcanzar.

– La frecuencia cardíaca máxima se puede calcular de dos formas:220-edad o 206,9 – (0,67 x edad). La intensidad máxima del ejercicio se corresponde con el 40-6

– En los casos sin actividad física previa, se recomienda empezar con duración corta de las sesiones (10 minutos), frecuencia de 4 a 6 se­siones por semana e intensidad del 40 % de la máxima calculada.

– Valorar los resultados cada 1-2 meses y aumentar progresivamente la duración, frecuencia e intensidad hasta donde el sujeto sea capaz de alcanzar.



Los artículos titulados LA FIBROMIALGIA AL COMPLETO (I al X), han sido obtenidos de la publicacion: Fibromialgia.MINISTERIO DE SANIDAD, POLÍTICA SOCIAL E IGUALDAD.SANIDAD 2011.

 http://fibromialgiamelilla.wordpress.com/2013/06/27/la-fibromialgia-al-completo-y-x-2/

martes, 19 de agosto de 2014

ENFERMEDADES DE SENSIBILIZACIÓN CENTRAL

En el seno de la comunidad médica existe una corriente para englobar la fibromialgia y otros síndromes relacionados dentro de una categoría más amplia llamada Síndrome de Sensibilización Central, también conocido por sus siglas en inglés CSS, en las que se da una hiperexcitación de ciertos grupos de neuronas, especialmente aquellas relacionadas con la sensación de dolor. 

Los defensores de esta tesis, abogan por la utilización del concepto de CSS como un nuevo paradigma que sería de utilidad para enfocar la explicación y el diagnóstico tanto de la Fibromialgia, Encefalomielitis Miálgica o Síndrome de Fatiga Crónica, Sensibilidad Química Múltiple, Electrohipersensibilidad y otras enfermedades emergentes que se presentan con cierta frecuencia en pacientes de forma simultánea.
Estas patologías participan de una serie de características comunes:
  1. Se trata de enfermedades de sensibilización central de carácter crónico.
  2. Están relacionadas con factores ambientales.
  3. Siguen registrando dificultades de diversa índole para su diagnóstico a pesar de que los criterios de dicho diagnóstico hayan sido establecidos en el ámbito internacional.
  4. Traen consigo una alteración de las capacidades laborales, de la autonomía personal y de la vida social.
  5. Carecen de tratamiento curativo, por lo que demandan una atención basada en tratamientos paliativos o cuidados centrados en una perspectiva sociosanitaria que garantice la calidad de vida de la persona enferma, mediante el fomento de su autonomía y cuidado, la prevención del deterioro y la igualdad de trato y de oportunidades.
Todas ellas acarrean gran dolor y sufrimiento y quienes las padecen se enfrentan, por lo general, a una tremenda incomprensión por parte de la sociedad y las distintas instancias sanitarias, sociales, educativas, etc. A menudo, la persona enferma padece dos, tres de ellas o, incluso, las cuatro dolencias. Parece existir un nexo evidente entre la proliferación de estas enfermedades y la liberación de sustancias tóxicas a la atmósfera y las aguas, el uso de productos químicos de inocuidad no testada en alimentos, productos de limpieza e higiene, edificios, etc.
Se hace preciso que las administraciones concernidas ofrezcan a estas personas una atención integral en los ámbitos sanitario y social; garanticen la formación de las y los profesionales de la salud, tribunales de justicia y, en general, servicios públicos de atención directa; incorporen la prevención en el currículo educativo; investiguen sobre su etiología y tratamiento; favorezcan la protección y mejora del medio ambiente y contemplen en sus actuaciones los principios de precaución, transparencia e información ambiental, entre otras medidas. Es nuestra responsabilidad como ciudadanos y ciudadanas comprender, reconocer e integrar a estas personas, así como contribuir, mediante un consumo responsable y prácticas respetuosas con el medio ambiente, a la mejora de su calidad de vida, en definitiva, la nuestra.

jueves, 14 de agosto de 2014

ESTRATEGIAS DE ATENCIÓN AL PACIENTE CON FM

1. Consideraciones generales

Como en la mayor parte de las enfermedades crónicas que requieren un se­guimiento continuado a lo largo del proceso y pueden afectar a aspectos fí­sicos, psíquicos y sociales, la atención a personas con FM corresponde, ini­cialmente y en la mayoría de casos, a atención primaria (AP). El diagnóstico, el diagnóstico diferencial y el tratamiento pueden y deben ini­ciarse en el primer escalón asistencial para garantizar una atención integral a las personas que sufren FM.

En función de las necesidades que pueden surgir a lo largo del pro­ceso, las variadas manifestaciones clínicas, las dificultades diagnósticas o la falta de respuesta al tratamiento pueden hacer conveniente solicitar la consulta o intervención de otras especialidades (fundamentalmente reu­matología, psiquiatría, psicología, rehabilitación, medicina interna o uni­dades del dolor) manteniendo siempre la vinculación con la AP. Las deri­vaciones desde AP pueden ser útiles para abordar problemas diagnósticos o terapéuticos durante intervenciones definidas en el tiem­po, si bien el control de la enfermedad a lo largo de la vida del pacientedebe realizarse en AP, con una participación importante de la enferme­ría. Por ello, es necesaria una adecuada coordinación entre los diferentes profesionales implicados en el abordaje de las personas con FM, para conseguir los mejores resultados terapéuticos. En todo momento debe haber un profesional responsable de coordinar las intervenciones y orientar al paciente.

Como se ha señalado anteriormente, los objetivos de la atención a per­sonas con FM son el alivio de los síntomas y el mantenimiento de la capaci­dad funcional en los ámbitos personal, familiar y profesional de la persona que la padece, procurando que su calidad de vida se mantenga o se deterio­re lo menos posible. Hay que señalar que con un enfoque adecuado del ma­nejo de la FM, una gran parte de pacientes mejora sustancialmente.

El tratamiento de la FM está condicionado por el grado de compleji­dad e intensidad de los síntomas y la posible morbilidad asociada. Ello hace imprescindible, una vez diagnosticada, hacer una anamnesis de cada pacien­te que identifique elementos básicos que facilitarán su manejo:

A. Presencia o no de otras patologías asociadas, tanto físicas como psíqui­cas, con repercusión en la capacidad funcional del paciente y cuyo trata­miento debe abordarse .

B. Existencia de factores agravantes y aquellos otros que alivian la sinto­matología

C. Valoración de la limitación o interferencia –afectación de la calidad de vida– que la sintomatología ocasiona en la persona afectada mediante escalas adecuadas. Se propone la versión de consenso adaptada al caste­llano del cuestionario FIQ/CIF que es un instrumento rápido de cum­plimentar (en torno a 3 minutos) .

Recientemente, utilizando la puntuación total del FIQ, se han estableci­do tres intervalos de gravedad del impacto que, aunque no están vali­dados en nuestra población, pueden servir de guía para el clínico:

• Leve: < 39
• Moderado: ≥39 y < 59
• Grave: ≥ 59

D. Valoración de factores psicológicos como estados emocionales, pensa­miento catastrofista y percepción de autoeficacia que han mostrado su influencia en el mayor o menor impacto de la FM:

• Ansiedad y Depresión
• Catastrofismo
• Percepción de autoeficacia2

2. Manejo práctico

2.1. Información al paciente

La información –educación– inicial que se le proporciona y la toma de deci­siones conjunta con el paciente son un elemento básico del manejo de la FM. Los contenidos fundamentales de la información deben incluir:Infor­mación sobre qué es la enfermedad y cómo se diagnostica, alternativas tera­péuticas, consejos para afrontar la enfermedad correctamente y minimizar sus consecuencias.

La entrega de material impreso puede facilitar al paciente su autocui­dado y contribuir al logro de los objetivos planteados con su participación.

La información inicial debe basarse en una serie de ideas clave:

– La FM es un conjunto de síntomas no graves, de curso crónico, delos cuales el más frecuente es el dolor muscular.

– Se desconoce la causa de la FM. Se sabe que existen factores agra­vantes y otros que alivian el dolor.

– El diagnóstico es clínico y no necesita pruebas especiales.

– A pesar de que es una enfermedad crónica, en muchos casos se lo­gra un control aceptable de la enfermedad. En algunos casos la en­fermedad es refractaria y conduce a limitaciones funcionales signifi­cativas.

– Con un tratamiento adecuado y la colaboración del paciente, una gran parte de personas afectadas de FM mejora sustancialmente.

– Se trata con fármacos y medidas no farmacológicas entre las cuales la más importante es el ejercicio físico adecuado para cada paciente.

– Los consejos para el autocuidado  son muy importantes en el alivio de la sintomatología: evitar los factores desencadenan­tes, favorecer los aliviantes y hacer el ejercicio físico con regulari­dad.

2.2. Consideraciones para el médico

– Acordar con el paciente los objetivos a alcanzar, que deben ser rea­listas.

– Planificar las visitas de seguimiento y la actuación ante agudizacio­nes junto con el paciente, evitando indicarlas solo en función del empeoramiento.

– Fomentar factores aliviantes y detectar y corregir posibles factores agravantes.

– Para seleccionar el tipo de medicación hay que identificar los sínto­mas principales (dolor, alteraciones del sueño, fatiga…), graduar su intensidad y la repercusión funcional.

– Se debe tener en cuenta la morbilidad asociada y la presencia de al­teraciones del estado de ánimo (principalmente depresión y ansie­dad).

– Evitar la polimedicación en la medida de lo posible.

– Comenzar el tratamiento con dosis bajas e ir incrementándolas de forma gradual hasta llegar a las dosis terapéuticas recomendadas o la aparición de efectos secundarios inaceptables.

– Evaluar regularmente los efectos secundarios del tratamiento, con mayor frecuencia al inicio del mismo.

– Valorar regularmente la eficacia de los fármacos en el control de los síntomas del paciente, con el fin de saber si son útiles o no. La mayo­ría de los ensayos con fármacos analizan su eficacia a corto o medio plazo por lo que se desconoce la acción a medio o largo. Reducien­do gradualmente la dosis de un fármaco podemos valorar su eficacia al observar si el paciente empeora o no con la reducción.

– Comprobar la adhesión a las recomendaciones de autocuidado y ejercicio físico.

– El tratamiento eficaz puede mantenerse a largo plazo pese a la falta de evidencia, reforzando los autocuidados y el ejercicio. También puede intentarse un período sin fármacos.

2.3. Criterios de derivación desde Atención Primaria

Reumatología, Rehabilitación enfermedad y Medicina Física, Medicina Interna, Unidades de Dolor:
– Duda diagnóstica o necesidad de diag­nóstico diferencial que no se puede hacer en AP.
– Control inadecuado de la sintomatología tras inicio del tratamiento adecuado.
– Enfermedad con afectación moderada o Especialistas relacionados con la atención grave al inicio o durante la evolución de la al dolor.
 Psiquiatría:
– Enfermedad depresiva grave previa a la Equipo de salud 
enfermedad mental o reactiva a ésta.
– Pensamiento catastrofista ante el dolor.
– Inadaptación a la enfermedad con reper­cusión grave en la calidad de vida.
– Identificación de sucesos emocionales en la vida del paciente que puedan estar condi­cionando el desarrollo de la enfermedad.

Digestivo, Ginecología, Otras:

– Presencia de morbilidad que no se puede   resolver en AP.    Es posible que se necesite la intervención de otros profesionales como Terapeutas ocupacionales o Trabajadores sociales, en función de los proble­mas laborales o sociales desarrollados con la enfermedad. 

martes, 12 de agosto de 2014

OJO SECO Y FIBROMIALGIA


El Síndrome del ojo seco (Xeroftalmia, Queratitis seca o Queratoconjuntivitis seca) es una enfermedad de los ojos caracterizada por sequedad persistente de la conjuntiva y opacidad de la córnea. Las causas son diversas, deficiencia de vitamina A, Sindrome de Sjogren, algunos tipos de fármacos, etc. En este estudio del 2009 se encontró la relación de este síntoma con la fibromialgia/FM, ya que era una queja frecuente en este tipo de. pacientes, así como en los de Síndrome de Fatiga Crónica/SEM
Un estudio pionero de Neurociencias descubre que la sequedad en los ojos está asociada a la fibromialgia.

Juana Gallar encabeza el equipo que ha llevado a cabo este estudio desde el Instituto de Neurociencias

Un equipo del Instituto de Neurociencias ha sido el primero en relacionar la fibromialgia con el conocido popularmente como síndrome del ojo seco. Según este estudio, que acaba de publicarse en una prestigiosa revista científica, el 80% de las personas que sufre fibromialgia, también padece sequedad en el ojo, y tiene impedida en gran medida la facultad de generar lágrimas en cantidades normales.

La investigadora principal Juana Gallar, que trabaja en el Instituto de Neurociencias, centro ubicado en el campus de Sant Joan y perteneciente a la Universidad Miguel Hernández y al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, señala que han podido describir cómo existe una interrelación clara entre la fibromialgia, que todavía no está catalogada como enfermedad, y esta afección ocular.

“Los que sufren fibromialgia tienen razones para quejarse de molestias oculares y, posiblemente, se quejen menos de lo que deberían. Hemos visto que la mayoría tiene la sensibilidad del ojo alterada y apenas producen lágrima. Y en esas ocasiones, cuando se tiene ese síndrome de ojo seco, la sensación de incomodidad es tan grande que molesta, incluso, parpadear. Esto reduce mucho la calidad de vida”, explica la investigadora principal.

El trabajo científico, que se ha hecho conjuntamente con el Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología de Bilbao, ha sido posible también gracias a la colaboración de la Asociación de Fibromialgia del País Vasco.

En total se trabajó con una población de 38 pacientes que padecía fibromialgia y con otro grupo de personas que no la sufrían.
Los investigadores constataron a través de este estudio que mientras una persona sana genera entre 20 y 40 milímetros de lágrima, con una media de 30; los afectados por la fibromialgia producen entre 1 y 27 milímetros, con una media de 10, lo que supone una disminución de líquido lagrimal considerable.

Juana Gallar, que comparte esta investigación con otros científicos como María del Carmen Acosta y Carlos Belmonte, además del grupo de especialistas de Bilbao, recuerda que la córnea es la parte del cuerpo humano con mayor número de receptores sensoriales y, por tanto, es la más sensible en general, sobre todo al dolor, más incluso que los dientes.

En la literatura científica éste es el primer estudio que relaciona la alteración de la sensibilidad ocular con una disminución de la producción de lágrima en estos enfermos.
“Hasta ahora no se había estudiado la asociación entre la fibromialgia, la sensibilidad ocular y el ojo seco“, señala la investigadora principal, cuyo equipo, el de Neurobiología Ocular, se dedica al estudio de los mecanismos por los que se produce el dolor, usando como modelo la córnea del ojo. Este equipo investiga, mediante técnicas electrofisiológicas y estudios psicofísicos, las características de las neuronas sensoriales que dotan de sensibilidad a la superficie anterior del globo ocular.

viernes, 8 de agosto de 2014

PEDAGOGÍA DEL DOLOR



- El dolor siempre es producto del cerebro.

- No es necesario que exista daño en los tejidos para que el cerebro envíe sensación de dolor.

- El cerebro decide emitir esa sensación de dolor como una alarma, y en su activación influyen la memoria del dolor, los aprendizajes culturales y el propio miedo al dolor. 
La pedagogía del dolor ayudaría a comprender mejor los procesos del dolor crónico, eliminar miedos con respecto al dolor y desechar las ideas aprendidas por la cultura, consiguiendo así una mejora del dolor crónico.

- Por otro lado, el dolor crónico provoca alteraciones en el área representacional de la corteza cerebral. Se está demostrando que trabajar a nivel de la corteza cerebral mediante ejercicios de imaginación, lateralidad, reconocimiento de partes corporales, espejos, conciencia corporal y propiocepción, ayuda a recomponer la imagen del cuerpo virtual gracias a la plasticidad del Sistema Nervioso Central.

- El efecto placebo es, por así decirlo, una manera de demostrar que el dolor viene del cerebro y depende en gran parte de las creencias de las personas. 
La actividad que realiza la pedagogía del dolorconsiste en dar a los pacientes una correcta información sobre su dolor, ayudarle a eliminar sus miedos y a deshacerse de sus creencias culturales y memoria del dolor.  
Se ofrecen cursos y jornadas sobre dolor crónico. 
Aunque hay otros libros publicados en este sentido, la mayoría siguen la corriente marcada principalmente por el fisioterapeuta australiano Lorimer Moseley, co-autor del libro “Entendiendo el Dolor”, que recientemente ha impartido unas jornadas interesantísimas sobre dolor crónico en Alcalá de Henares. Tomado de:

http://palabrasdetucuerpo.blogspot.com.es/

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martes, 5 de agosto de 2014

ESTUDIO SOBRE FIBROMIALGIA Y AFECCIONES DIGESTIVAS ASOCIADAS


La fibromialgia es un desorden reumático no articular caracterizado por dolor músculo-esquelético generalizado y presencia de puntas anatómicas sensibles de localización característica. El diagnóstico de esta enfermedad es puramente clínico y para ellos se han establecido criterios diagnósticos.1
Epidemiológicamente se plantea que representa el 20 % del total de consultas de los reumatólogos y que afecta principalmente al sexo femenino con una relación de 10:1 con respecto al sexo masculino, la edad de comienzo es variable pero se considera su mayor incidencia a entre los 35 y 50 años aunque se puede observar en niños y ancianos, se clasifica en primaria o secundaria según la presencia o no de otras afecciones.
Las manifestaciones clínicas incluyen: dolores generalizados, fatiga – cansancio, rigidez, ansiedad, trastornos del sueño, cefalea, diarrea, estreñimiento, edema subjetivo, entumecimiento y una amplia gama de síntomas del aparato digestivo. El estado general del paciente se conserva normal, pero en el examen físico se encuentra puntos localizados de dolor exquisito a la digitopresión denominados puntos gatillo o tenders point. 
El tratamiento de la fibromialgia es complejo y los mayores resultados se obtienen con la utilización combinada de agentes farmacológicos y no farmacológicos; ello es posible con el concurso de varios profesionales de diferentes áreas de la salud (reumatólogos, fisiatra, terapista físico y psicólogo) quienes deben actuar en forma coordinada. Los medicamentos que han demostrado mayor efectividad son los antidepresivos tricíclicos, dado que aumentan la serotonina a nivel cerebral, tienen efecto sobre opioides endógenos y sobre la fase IV del sueño y algunos como la ciclobenzaprina disminuyen el espasmo muscular. Los tricíclicos más utilizados son la amitriptilina (10-25 mg) y la cicloprozapina (10-20 mg). El tratamiento no farmacológico incluye la terapia física no solamente con programa de ejercicios, sino también la corrección de vicios posturales y ocupacionales. Es importante además la relajación física y mental. 
La enfermedad evoluciona generalmente a la mejoría de los síntomas con el tratamiento en el curso de meses o incluso años, pero la posibilidad de presentar recaídas siempre está presente, por lo que se considera una enfermedad de curso crónico.
Las afecciones digestivas se asocian frecuentemente a la fibromialgia empeorando aún más el cuadro del paciente y provocando peor percepción de calidad de vida por parte de los mismos, es por esto que consideramos necesario profundizar en el conocimiento de las afecciones y síntomas digestivos que con mayor frecuencia se asocian o presentan a la Fibromialgia, por lo tanto decidimos realizar este trabajo en coordinación entre las especialidades de Reumatología y Gastroenterología pertenecientes al Centro de Reumatología y departamento de Gastroenterología ubicados en el HDCQ 10 de octubre en el periodo 2012-2013.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo en 75 pacientes, con criterios de fibromialgia primaria del 2010 según el Colegio Americano de Reumatología (ACR), que acudieron a consulta externa en el período de enero 2012 a diciembre 2013 refiriendo manifestaciones digestivas o con diagnóstico anterior de una enfermedad digestiva y que expresaron su consentimiento a participar en el estudio.
El diagnóstico de las enfermedades digestivas se realizó mediante una historia clínica detallada, examen físico, complementarios como hemograma, glicemia, urea y creatinina séricas, enzimas hepáticas de citolisis y colestasis, serología para virus de la hepatitis B y C, anticuerpos antigliadina, anti transglutaminasa, estudios Imagenológicos (ecografía abdominal, tránsito gastrointestinal baritado, colon por enema) y una endoscopia digestiva superior para el diagnóstico de Helicobacter Pylori con test de ureasa. Además, se realizó TAC abdominal en los casos en que se consideró necesario.
Se utilizaron los criterios diagnósticos establecidos, de Roma III para la dispepsia funcional y para el síndrome de intestino irritable. 
Una vez completado este proceso, se instauró un tratamiento adecuado a la patología digestiva que presentaba cada paciente de forma individual. Los pacientes fueron seguidos por consulta desde el diagnóstico. Para el análisis estadístico de los datos se utilizó el programa informático SPSS 
RESULTADOS
El promedio de edad de 43,35 años, destacando el grupo de edades entre 40 y 49 años con un 50.66 % del total de la muestra. la totalidad de los pacientes estudiados fueron del sexo femenino, el 41.33 % presentaron antecedentes de patología digestiva asociada y el 48 % tomaba habitualmente AINES, analgésicos, sedantes y/o antidepresivos tricíclicos.
Existen pacientes con más de una enfermedad digestiva asociada
De forma general predominó la presencia de antecedentes de gastritis la cual se presentó en el 45.16 % de los pacientes, el 41.93 % refirieron antecedentes de hernia hiatal y el 22.58 % presentaron antecedentes de síndrome de intestino irritable, el 9.67 % de los pacientes refirieron otros trastornos, hay que destacar que hubo pacientes que refirieron más de una patología digestiva asociada como antecedente patológico personal.
La dispepsia funcional se diagnosticó en el 58.66 % de los pacientes, seguido del síndrome del intestino irritable y la enfermedad por reflujo gastroesofágico que se presentaron en el 52.00 % y 38.66 % respectivamente. Otras enfermedades diagnosticadas que se presentaron con menor frecuencia fueron la litiasis vesicular, la diverticulosis del colon y la enfermedad celiaca en un 9.67 %, 6.66 % y 2.66 % respectivamente.
Destaca la presencia de dolor abdominal presente en el 82,66 % de los pacientes, el 78.66 % refirió estreñimiento y el 49.33% presentó pirosis.
DISCUSIÓN
La fibromialgia es una afección reumática que se presenta con mayor frecuencia en el sexo femenino y en edad fértil, en nuestro trabajo se comportó de igual forma, algunas hipótesis que pretenden explicar esta situación se refieren a la acción de hormonas femeninas y que encuentran un pico máximo en edad fértil. 
Según los resultados obtenidos el 41.33 % de las pacientes evaluada presentó al menos una patología digestiva asociada a la fibromialgia corroborando que son sin duda las afecciones digestivas uno de las que con mayor frecuencia podemos encontrar en los pacientes con esta enfermedad.
Dentro de estas la dispepsia funcional (DF) fue las más frecuente seguidas del síndrome del intestino irritable (SII) y la enfermedad por reflujo gastroesofágico, estudios internacionales destacan que podría interpretarse que la patología funcional es la más frecuente en los pacientes afectos de fibromialgia, incluyendo en este grupo tanto a la DF como al SII, sugiriendo una etiología común en base a ciertas características clínicas como la relación del estrés y la iniciación o exacerbación de los síntomas, alteraciones del sueño, fatiga y eficacia de psicoterapia y bajas dosis de antidepresivos tricíclicos en el tratamiento de los síntomas; elementos que coinciden con estudios similares.
Algunas hipótesis han sugerido que uno de los mecanismos subyacentes de esta comorbilidad es un aumento de la activación de regiones cerebrales donde se procesa y modula la información aferente de origen visceral y somático, sobre todo en regiones de la corteza anterior del cíngulo.
Esta área responde a la estimulación sensorial tanto en pacientes con fibromialgia y SII como en aquellos con SII solamente, provocando un aumento de la sensibilidad somática en los primeros y visceral en los segundos, relacionada con los síntomas clínicos digestivos y extradigestivos. 
En relación con los síntomas digestivos asociados destaca el dolor abdominal que se presentó en el 82.66 % de los pacientes, seguido del estreñimiento y la pirosis que se presentaron en el 78,66 % y 49.33 % respectivamente los cuales guardan una estrecha relación con las enfermedades asociadas, hay que destacar que la fibromialgia también se ha incluido como una de las manifestaciones reumática que pueden aparecer en los pacientes con infección crónica por VHC. De todos los pacientes incluidos en nuestro estudio, ninguno de ellos estaba diagnosticado de enfermedad inflamatoria intestinal ni hepatitis C, pero sí aparecían otras enfermedades entre las más prevalentes estaban el reflujo gastroesofágico (RGE), litiasis vesicular, diverticulosis colónica.
No conocemos la posible asociación de todos ellos con la fibromialgia y según lo publicado hasta ahora en la literatura, no existe un acuerdo general sobre la patogénesis de la fibromialgia.
La mayoría de los estudios sugieren que en individuos genéticamente predispuestos, la existencia de factores estresantes induce un aumento de la sensibilidad al dolor e hipersensibilidad a numerosos estímulos.
CONCLUSIONES
Predominaron los pacientes con edades entre 40 y 49 años y del sexo femenino.
Las afecciones digestivas que se asociaron con mayor frecuencia a la fibromialgia fueron la dispepsia funcional el síndrome de colon irritable y la enfermedad por reflujo gastroesofágico. 
El dolor abdominal fue el síntoma que con mayor frecuencia se presentó en nuestro estudio. Leer más en;
http://www.fibromialgia.nom.es/fibromialgia2014/fibromialgia-y-las-afecciones-digestivas-asociadas.html