martes, 28 de octubre de 2014

FIBROFAMUR y VITALICE – Clínica de Fisioterapia, FIRMAN UN CONVENIO DE COLABORACIÓN

Dña. Mª Ángeles Gutiérrez Gambín [Directora de VITALICE] 
y Daniel E. Moncho [Vicepresidente FIBROFAMUR]

FIBROFAMUR y VITALICE – Clínica de Fisioterapia, firman un convenio de colaboración a través del cual los socios de la Asociación y sus familiares directos (cónyuge o pareja e hijos) se verán beneficiados de grandes descuentos en todos sus servicios.
FIBROFAMUR da un nuevo paso para seguir avanzando hacia el objetivo de facilitar y asesorar a nuestros socios en todo aquello que pueda mejorar su calidad de vida.

 Servicios que ofrece VITALICE: 

- Tratamiento Cervical, Dorsal y Lumbar (infrarrojos + TENS + masaje terapéutico)
- Magnetoterapia 
- Tratamiento (Circulatorio-Vascular) y Presoterapia
- Tratamientos en los campos de Traumatología, Reumatología, y Fisioterapia respiratoria
- Etc. 

No dudéis en informaros llamando al teléfono de la asociación o escribiendo a nuestra dirección de correo:    


domingo, 26 de octubre de 2014

LA RISOTERAPIA TRATAMIENTO ALTERNATIVO EN FIBROMIALGIA

La Risoterapia es un tratamiento natural. No tiene efectos secundarios ni fecha de caducidad.
¿Te has puesto a pensar cuántas veces al día te ríes? ¿mucho, poco, nada??? Si no estás acostumbrado a reír es un buen momento para cambiar de opinión... Te mostramos todos los beneficios que tiene la risa para tu enfermedad reumática



sábado, 18 de octubre de 2014

LA RISA AYUDA A CONTROLAR EL DOLOR

Donde hay risa, sucumbe el dolor, normalmente. Compartir una carcajada con un ser querido o compañero de trabajo no sólo se siente bien, sino que es bueno para usted. Los estudios demuestran que la risa estimula el sistema inmunológico, disminuye la tensión e incita la circulación sanguínea. Y aquí es donde entra una nueva forma de “risoterapia”.

La verdad sea dicha: la mayoría de los adultos no estallan a carcajadas espontáneamente todos los días. Así que un número creciente de personas están volcándose al hasya yoga, una forma de risoterapia, para “fingir hasta que se logre.”

Hasya, o “yoga de la risa”, inició en 1995 con un médico hindú llamado Madan Kataria. La original disciplina, que emplea actividades lúdicas y ejercicios de respiración guiados para provocar risa, se ha extendido desde entonces a más de 50 naciones, con cerca de 200 clubes tan sólo en los Estados Unidos.

En las personas con dolor crónico, los beneficios fisiológicos de la risa pueden servir como un instrumento poderoso de control del dolor, según indica el director de la Escuela Americana de Yoga de la Risa en California, Sebastien Gendry. El mismo asevera que cuando se ríe, se liberan endorfinas. Éstas son hormonas de bienestar, así como analgésicos naturales.

Tal es la experiencia de Janet Wilson, enfermera de Arizona con fibromialgia, quien se certificó en risoterapia en el 2005. Ahora está encargada de clubes de risoterapia en Flagstaff. Afirma que después de tener dolor crónico por 12 años, le encanta dirigir las sesiones porque le pone de mejor humor y le brinda un alivio del dolor que dura unas dos horas.

Para probar el yoga de la risa, Gendry sugiere fingir tomarse una “píldora de hilaridad,” que vaya estimulando de una risita hasta una sonora carcajada desde el momento que “toca” su lengua. O considere unirse a un club de la risa. Como la risa es contagiosa, disfrutar de unas cuantas tandas de risa fingida con otros podría inspirarle un verdadero ataque de risa.

ALGUNAS RAZONES PARA HACER RISOTERAPIA

                                      La Risoterapia nos puede ayudar a:                        
                                  
         1 Recuperar la alegría de vivir
        2 Adquirir una actitud positiva ante la vida
        3 Reducir la depresión, la ansiedad y el estrés
        4 Mejorar las relaciones sociales
        5 Encontrar el equilibrio físico y mental
        6 Liberar bloqueos  emocionales
        7 Encauzar el crecimiento personal
        8 Despertar la capacidad de sentir
        9 Mejorar la salud 
        10 Aumentar el entusiasmo, la ilusión y la         motivación
Asociación de Fibromialgia de Murcia
        "LA SONRISA ES LA LÍNEA CURVA QUE LO ENDEREZA TODO"

INVITACIÓN AL TALLER DE RISOTERAPIA


domingo, 12 de octubre de 2014

DIA MUNDIAL DE LA ARTRITIS REUMATOIDE

A veces Fibromialgia y Artritis reumatoide van cogidas de la mano o comparten algunos de los síntomas. 
Aunque se trata de dos enfermedades crónicas,  no conviene confundirlas.
La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria sistémica autoinmune,    que se caracteriza por provocar inflamación en la membrana sinovial (membrana que alimenta, protege y cubre los cartílagos) de las articulaciones, especialmente las pequeñas produciendo su destrucción  y generando distintos grados de progresiva  deformidad  e incapacidad funcional.

La inflamación de esta membrana es la responsable del dolor, de la hinchazón claramente visible y de la sensación de rigidez que los pacientes pueden sentir por las mañanas. La persistencia de la inflamación de la membrana sinovial provoca que el hueso se dañe y aparezcan pequeñas erosiones. 

La enfermedad afecta con más virulencia a unas articulaciones que a otras, y hay algunas que nunca se alteran. Así, las más afectadas son las muñecas, los dedos de las manos y de los pies, los codos, los hombros, las caderas, las rodillas y los tobillos. Esta enfermedad afecta principalmente a las mujeres y suele aparecer en torno a los 40 y 45 años. Sin embargo, también los niños y los ancianos pueden padecerla.
La causa de la aparición de esta enfermedad es desconocida. Se han estudiado agentes infecciosos como las bacterias o los virus y, aunque se han encontrado datos sugerentes en algunos casos, aún no hay evidencias que confirmen su implicación. Los especialistas creen que puede tener un origen genético puesto que el propio sistema inmune ataca a las articulaciones porque no las reconoce como propias y por ello se inflaman. Asimismo, se cree que ciertas proteínas que se transmiten de forma hereditaria podrían predisponer a la enfermedad.

El síntoma principal de esta enfermedad es la inflamación que resulta apreciable a simple vista. En ocasiones puede producirse el derrame del líquido sinovial. La inflamación de las articulaciones afectadas causa dolor en el individuo que las padece. Asimismo, aparecen abultamientos duros (nódulos reumatoides) en las zonas de roce de la piel como los codos, el dorso de los dedos de las manos y de los pies. También pueden localizarse en el interior del organismo. Con el tiempo se produce una deformidad debido al deterioro progresivo de las articulaciones afectadas.

Debido a que la aparición de los síntomas de esta enfermedad no son muy claros durante su inicio, el diagnóstico precoz puede resultar difícil. Sin embargo, es muy importante que se diagnostique pronto ya que de ello depende la evolución de la patología. Por ello, cuando se sospeche que se pueda padecer esta patología es importante acudir a un reumatólogo que determine cual es el tratamiento más eficaz.

LA FIBROMIALGIA EN NIÑOS Y ADOLESCENTES

Del reuma o enfermedades reumáticas,  se conocen más de doscientas y pueden aparecer a cualquier edad de la vida, no son exclusivas de personas mayores.
La fibromialgia (FM) infantil y juvenil es  poco conocida y al mismo tiempo menos diagnosticada en nuestro entorno, a pesar de ser bastante frecuente. Cerca de un 25% de casos de FM del adulto empezaron ya en la edad infantil o juvenil. 
Los doctores Yunus y Masi, ya en 1985, describieron la enfermedad en niños de edades entre los 9 y los 17 años, siendo la franja de edad más frecuente para su detección, entre los 13 y los 15 años. De hecho, un estudio reciente de Eraso y colaboradores (agosto 2007) nos demuestra que, por debajo de los 10 años, esta enfermedad prácticamente no es reconocida, a pesar de que debería  reclamar una mayor atención sobre ella.

La prevalencia de la FM en niños y adolescentes varía según las series publicadas, oscilando entre el 6,2% en Israel y el 1,3% en México. Se acepta que, en general, su frecuencia de presentación es mayor que la de las formas del adulto (8,8% en niñas y un 3,9% en niños). Parece que esta incidencia aumenta mucho en hijas de madres que sufren FM u otros procesos de sensibilización central. También se ha detectado un aumento de la incidencia en las hijas que son fruto de embarazos vividos de una forma traumática, suponiéndose que se debe en la persistente secreción de cortisol durante el embarazo, sin que esta posible causa haya sido confirmada.

La FM es una causa importante de absentismo escolar, esencialmente por el agotamiento de predominio matutino que produce. En los niños, los síntomas dominantes son el cansancio y el dolor abdominal. La exploración es menos significativa que en los adultos, pues en muchas ocasiones los llamados “puntos sensibles” que utilizamos para la clasificación de los cuadros de FM, no son tan concretos en los niños, en los cuales, además, es mucho más difícil cuantificar el dolor. La enfermedad y la falta de un diagnóstico rápido y esmerado, produce a los padres una verdadera angustia que puede generar cuadros psicopatológicos añadidos que contribuyan a complicar todavía más la tarea del diagnóstico.
En más del 50% de los casos encontraremos un episodio desencadenante que, en muchas ocasiones, nos recordará una infección viral, en otros, será traumático, emocional o farmacológico (a veces por la supresión de fármacos utilizados en el tratamiento de otras enfermedades como los corticoides). 
La presencia de signos de hiperlaxitud se ha relacionado claramente con una mayor frecuencia de FM, de manera tal que en pacientes hiperlaxos se puede llegar a una prevalencia del 40%. El estudio de un contexto de contactos tóxico-químicos del niño tiene que ser valorado siempre y figurar ya en la historia inicial de la enfermedad. 
El aparente desencadenante viral tiene que hacernos recordar la existencia del síndrome de fatiga crónica/encefalomielitis miálgica, también presente en niños y adolescentes. Así como en los adultos es frecuente una superposición de una FM y un SFC/EM, también existen muchos casos de monodiagnóstico. 
En los niños, el diagnóstico diferencial entre estas dos entidades todavía presenta una mayor dificultad, pues ambos síndromes tienden a confundirse, sobre todo por el dominio del cuadro de fatiga como síntoma más relevante y frecuente (75-91% de los casos). 
Los trastornos del sueño están presentes en casi todos los casos y tienen que ser investigados profundamente. El estudio polisomnográfico permite la identificación de ondas alfa (rápidas) en las fases de su delta (lento), las cuales, en niños, se consideran patognómicas de la enfermedad, orientándonos en la gran importancia de este mencionado estudio. Las pesadillas, terror nocturno y despertadas nocturnas son también muy frecuentes. 
Casi la mitad de los niños y adolescentes con FM presentan cuadros frecuentes de dolor abdominal, más dolorosos como más jóvenes. El cuadro se manifiesta con dolor tipo cólico y urgencia para defecar y, en ocasiones, nos recuerda al síndrome de intestino irritable del adulto, con alternancia entre estreñimiento y diarreas. 
Más de la mitad de los niños con FM presentan dolores de cabeza frecuentes, incluso diarios. En los casos más claros de riesgo familiar también es frecuente la sensibilidad dental, un dato que, muchas veces no se interroga, pero que lanza mucha luz sobre los procesos de incremento de la percepción del dolor de tipo central. 
La exploración es muy anodina, destacando que, a la presión de determinados puntos, que muchas veces no coinciden con los puntos sensibles clásicos, el niño da un salto por el dolor que le hemos producido. La palpación en los niños tiene que hacerse con una menor fuerza que en los adultos. Buskila y colaboradores sugieren que la exploración tendría que ser a una presión de 3 Kg/cm2, a diferencia de los 4 Kg/cm2 que tienen que utilizarse en los adultos. 
A veces, encontraremos Fenómeno de Raynaud, contracturas e intolerancia al frío, sin que estos datos, de una forma aislada, contribuyan al diagnóstico.
El interrogatorio a los padres sobre los ritmos de la fatiga y el dolor tienen un valor esencial. Así por ejemplo, un cuadro de intensa fatiga matutina que cede cuando aseguramos al niño que no irá al colegio, tiene que hacernos sospechar que no estamos delante de una verdadera FM. Tanto el dolor como la fatiga en la FM son persistentes, incluso en actividades que gustan al niño. Pueden oscilar o mejorar a lo largo del día según los ritmos circadianos, pero no por circunstancias sobrevenidas como un regalo o la visita de un familiar. 
La fobia a la escuela y al movimiento tienen que ser valoradas y descartadas, y también hay que estudiar el entorno familiar con el fin de poder detectar lo que llamamos “síndromes por proxy”, donde los padres (normalmente uno de ellos) inducen la patología al niño. La sobreprotección o la hiperexigencia escolar tienen que ser descartadas como coadyuvantes del cuadro. En estos casos infantiles, descartar intolerancias alimenticias es absolutamente crucial y muchas veces tiene que hacerse mediante una prueba práctica. Tanto la lactosa como el gluten tienen que ser investigados de forma específica y protocolizada. La vivencia de estrés continuada por parte de los niños es muy difícil de verbalizar, pero dado que parece jugar un papel importante en el mantenimiento de esta enfermedad, tiene que ser analizado. 
También se ha visto que casos de violencia familiar se manifiestan en FM. El tratamiento no difiere demasiado del de los adultos, incluyendo los fármacos, pero tiene que prestarse especial atención a intentar preservar al máximo la relación del niño con su entorno exterior natural y la escolaridad que, en muchas ocasiones, tendrá que adaptarse a las posibilidades reales del niño. Muchas veces los padres están poco predispuestos a iniciar tratamientos farmacológicos a los niños y no tendría que ser así, pues el objetivo prioritario es el mantenimiento del contacto con el entorno. Casi siempre, el soporte psicológico, tanto al niño como a la familia, es muy necesario. 
Es importante diseñar y mantener un programa de actividad física asumible que no ocasione incremento de la fatiga al día siguiente. Aunque nos gustaría afirmar lo contrario, la FM en el niño no parece tener mucho mejor pronóstico que en el adulto. Según diferentes series de seguimiento, a medio plazo, las mejoras oscilan entre el 40 y 73% de los casos y las remisiones absolutas están entorno el 21% a los cinco años del diagnóstico. En los niños y adolescentes es especialmente importante no demorar el diagnóstico, por lo tanto, ante un cuadro como el referido, mantenido durante un mes o más, el niño tiene que ser enviado y valorado por un reumatólogo.
Los reumatólogos tenemos que mejorar nuestro conocimiento sobre la FM infantil y las connotaciones específicas de la aplicación de los criterios del Colegio Americano de Reumatología para su diagnóstico. La sensibilización de los pediatras y de la administración en lo referente a esta enfermedad es muy importante, pues la falta de reconocimiento, diagnóstico y medidas de adaptación, pueden llevarnos a secuelas permanentes derivadas de la imposibilidad de mantener una vida diaria próxima a la normalidad.
Servicio de Reumatología Clínica CIMA. (Barcelona)Dra. Violant Poca Dias. Jefe Asistencial 

sábado, 11 de octubre de 2014

LOS JÓVENES TAMBIÉN PADECEN FIBROMIALGIA

Si eres  joven menor de cuarenta años y te han diagnósticado una enfermedad reumática o de sensibilización central: fibromialgia, fatiga crónica, sensibilidad química múltiple, síndrome de ojo seco o de colon irritable, etc... Conviene que sepas que no estás solo. Fibrofamur, te ofrece la oportunidad de participar en este espacio para formar un grupo de autoayuda. 
Si tienes un familiar o conoces una amigo en esta situación, no dudes en pasarle esta información, puede descubrir un lugar de encuentro donde compartir dudas,  información, apoyo y comprensión.

jueves, 2 de octubre de 2014

CUANDO LA FIBROMIALGIA ES COSA DE HOMBRES


El 90% de los casos de fibromialgia se presenta en mujeres, sin embargo no se debe desechar a ese 10% de hombres que convertido a números se vuelve en millones. La fibromialgia no debe ser considerada como “una enfermedad de mujeres”
Debido a la prevalencia en el sexo femenino , la mayoría de los médicos tiene mucha más experiencia práctica con las pacientes con fibromialgia; de hecho una gran cantidad de personas piensan erróneamente que los hombres no sufren fibromialgia.
Esto puede causar problemas especiales para los hombres que viven con ella, tanto para obtener un diagnóstico como en la búsqueda de apoyo. 
Aún no se sabe a ciencia cierta las razones por la que tan pocos hombres la padecen; lo que sí se ha descubierto es que la fibromialgia afecta de forma distinta a los hombres y a las mujeres.
Por ejemplo, los hombres tienen menos síntomas y de forma más leve que las mujeres. Ellos tienden a tener menos fatiga, y el dolor se presenta en menos partes del cuerpo.
Tienen menos puntos sensibles y rigidez matutina, además los síntomas duran menos tiempo que en las mujeres y los sufren con menos frecuencia. A pesar de esto, la fibromialgia también afecta mucho su calidad de vida.
Aunque los roles de género están cambiando poco a poco algo, los hombres han sido considerados durante mucho tiempo como los que deben “alimentar y proteger a la familia”.
Debido a las expectativas sociales y los roles de género, los hombres comúnmente se comportan reacios a admitir un dolor intenso o un malestar, sienten que no deben acudir al médico, que “deben aguantar”.
Esta actitud puede resultar bastante contraproducente, pues lo primero que debe hacer una persona que perciba síntomas de fibromialgia (o cualquier enfermedad reumática) es acudir al doctor en busca de un tratamiento.
Los hombres son menos propensos a buscar ayuda o asistir a grupos de apoyo por lo que pueden experimentar un aislamiento aún mayor. Aunque sus síntomas sean menores y más leves que en las mujeres, los hombres también se enfrentan a un problema que reduce su calidad de vida.
Si eres hombre y padeces fibromialgia (o tienes síntomas) te damos las siguientes recomendaciones: 
  • Busca un tratamiento médico que te ayude a controlar tu enfermedad. 
  • No te esfuerces más de lo que tu cuerpo puede soportar. Acepta trabajar de acuerdo a tus posibilidades físicas. 
  • ¡Exprésate! No te guardes tus sentimientos y temores. Procura hablar con tu familia acerca de tu enfermedad y cómo te hace sentir. 
  • Busca un grupo de apoyo, ya sea presencial o por Internet. Permítete conocer las experiencias de otras personas que están pasando por lo mismo que tú. Te será de gran ayuda.
  • Desecha los estereotipos, ideas y expectativas sociales que te obliguen a tener que soportar calladamente tu enfermedad.
http://artricenterfibromialgia.wordpress.com/tag/fibromialgia-en-hombres/